Boda de Victoria de Suecia ¡¡¡Lo que me has brindado!!!

Por aclamación popular, voy hacer algunos comentarios sobre los "trapitos" del bodorrio de Victoria de Suecia y Daniel Westling, que dicho sea de paso, le ha venido Dios a ver (al igual que a la consorte del Principe Felipe de España) En principio me resistía, pero al ver que en la oficina era "el tema"...no he tenido más remedio. He leido una crónica de Carlos García-Calvo en Yo Dona, y darling estoy tope de acuerdo con vos.

Como era de preveer, mi favorita por antonomásia ha sido la Infanta Elena. Por su vestido torero llevado con solera y personalidad. No solo hay que alabarla por su "valentía" (que no el Romance) sino por apostar por un diseño con torera, borlas y pedrería incorporadas. La torera en sí es ya una obra de arte, solo la precisa elaboración de la mísma merece tirar la montera. El color, igual al de los capotes taurinos, similar al de Marta Luisa, no tiene "color". Y nunca mejor dicho. Obra de Lorenzo Caprile (digo obra, sí, con conocimiento de causa) Modisto al que también eligió la Infanta Cristina, en verde agua, inspiración de los vestidos del S.XIX con una abertura en gasa en la parte central. La Reina Sofía iba hecha un pincel, sin sobresalir pero con una elegancia suprema.

Menos acertada en su elección estuvo la Princesa de Asturias, antaño Letizia Ortíz. Felipe Varela fue el artífice del tal desaguisao, que diría mi abuela. Pase el rojo de la cena de gala en palabra de honor, pero el color nude de la boda ha sido un desatino. Es tan delgada que ese color le hace languidecer, las flores a modo de patchwork no han ayudado demasiado. Bonita tiara floral que pierde todo su encanto con las trenzas hippies que se recogen en la parte trasera. Soy pro-trenzas pero no para ir al acto real europeo más importante del año. ¿Dónde quedó aquella imágen de boda en la que levaba ondas al agua y un vestido rojo que nos cautivó en Dinamarca?

Rania de Jordania, de morado, una de las mangas de corte francés y la otra recogida en el hombro. Nada que objetar excepto el peinado de colegiala descuidada que se pone una diadema para dar un toque algo más sofisticado. Estimada Rania, esto para ir a Fabrik muy bien, para ir de boda real no.


La novia de Alberto de Mónaco (que lleva a su familia en custodia) iba de color crema muy acertada, sencilla y en palabra de honor que tapo con un chal en gasa. Solo ostentaba unos grandes pendientes de brillantes y un clucth.

Y llego la hora que estabais esperando, la de La Biperina incorrecta y malvada. Mete Maritt deja un rastro rancio por la alfombra, que además era del mismo color que su vestido. Un volante en la parte del vientre que la hacía un flaco favor. Marta Luisa de Noruega con un vestido rosa de lo más tieso, que no salva ni el manto de la Caridad. Su acompañante es Antonio "El Bailarin" y si no me creeis mirad sus bonitos botines al estilo de Sarkozy.

No tengo palabras para tamañas vistas a lo lejos, y tan lejos estaban en Suecia. ¿¿¿Pantalones combinados con una falda de gasa??? Un mal lugar para experimentar. Y lo de la señora de granate, querida Beatríz ¿No te asabas de calorazo? Recuerda a esas madrinas que quieren ir tan sobrias que se desmayan al ritmo del "uuuuhhh".

La novia, ella que siempre es la que aglomera todas las miradas... Victoria de Suecia con corona de camafeos y el mismo velo que lució su madre el día de su boda. Era una reina auténtica, de esas que han nacido para serlo. "Tiana y el sapo" se queda corta en este cuento de Disney a la sueca.