Por cosas como estas hay que dejar a un tío


 

Anoche venía en un taxi y el señor taxista, muy amable, me contó muchas de sus batallas nocturnas. Me dijo que por más cosas que intente describirme, la realidad siempre supera a lo que mi imaginación pueda construir. Tiene razón. Y es que hay muchas maneras de liar un lío. No estoy hablando de que tu novio te llame una media de catorce veces al día, sino de montar un "pifostio" de los de verdad. Procedo.

Verano, viaje placentero de dos semanas a países extranjeros, sin una buena cobertura para poder matar el ansia de escuchar la voz de tu amante de Teruel. Sí, perdonad, estoy algo cursi. Solamente utilicé el Whatsapp para lo típico: vacilar, echar unas risas, mandar fotos... lo que hace la gente.

En el avión de vuelta casi me tiro en paracaídas para poder llegar más rápido a la T4 del aeropuerto, tenía más ganas de llegar que cuando corres una maratón. Estuve por pedir pilotar el avión, sin saber yo nada de eso. A ver, amigos, quería verle ya, sin demora. 

Aterrizo, llamo y me dice que tiene malas noticias. En ese momento pienso que un cortacésped le ha podido amputar los dedos de los pies a lo Mad Men o que un león marino se ha posado en la puerta de su casa y no puede salir. No, amigos, no es eso. Me anuncia que viene (a mi casa) con un amigo. ¡¡UN AMIGO!! ¿Por qué razón me hace eso? ¿POR QUÉ?

Me vende como un magnífico comercial que su amiguete está muy mal y que le da palo dejarle solo. Por eso, tiene la estupenda idea de no pensar, porque está claro que no pensó, y traerlo a nuestro estupendo fin de semana. Y yo, mala idea la mía, haciéndome la enrollada, cosa que no haré más... le dije que bueno, que vale. No tenía a nadie al volante cuando dije que sí.

Os diré que su amigo, le vamos a poner el nombre de Ramón, era el ser más plasta de Europa. El costra más costra de USA y un tonto del culo. Sí, me he quedado a gusto. Lejos de venir, cenar, tomar copas e irse, como buen entendedor, decidió quedarse todo el fin de semana. TODO EL FIN DE SEMANA. VIERNES-SÁBADO-DOMINGO-LUNES MAÑANA.

Levantó mis peores pensamientos de asesinato. No nos conocíamos de nada y lo primero que me suelta es que "lo único que le apetece es morirse". ¿Cómo es quedáis? Así me lo soltó, sin paños calientes, sin Lexatin de por medio. Solos él y yo en el salón de mi casa. Cogía mi ordenador sin permiso, estaba en calzoncillos sin pudor, hasta el punto de tener que decirle que tenía la bolsa escrotal a la vista, un drama total mi fin de semana.

La familia de caníbales de la Matanza de Texas era una puta broma al lado de mis deseos de matar. coger la batidora y arrearle en la cabeza, a Ramón y al capullo de su amigo. Y esperad, que no habéis oído lo mejor: se creía buen cantaor y recitaba a lo Lola Flores. Maldito petardo. 

Moraleja: Nunca más voy a hacerme la enrollada, será la tía rancia que no deja a sus novios traer amigos a casa, ni que fuera mi sofá el **** de la Bernarda. ¿Y sabéis lo peor? Que encima ha dicho que le caigo bien. Ahora no sé si tirar por el suicidio o la drogradicción. Hay cosas innecesarias: Paquirrín, la Troika, Ramón...

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