lunes, 21 de septiembre de 2015

Jon Hamm (Don Draper) es un molón


Jon Hamm está soltero. Repetid conmigo: SOLTERO. (Gritos, vítores, aplausos, hurras, bailes a lo Iceta) Saboreo el significado de cada una de estas sílabas entrelazadas, mientras imagino que tengo alguna (enloquecida) oportunidad de affaire. Sí, soy una ilusa, pero si a las modelos las encuentran en las cafeterías mientras piden un donuts, ¿por qué yo no voy a encontrarme cualquier día con Hamm? Una jornada cualquiera, mientras voy en autobús por la Castellana a alguna exposición moderna, aparecería Don Draper en la puerta con su bonobús dispuesto a enamorarse de mí. Así es como lo imagino yo, aunque reconozco que hay maneras más estupendas de que me pidieran matrimonio o algo, una cita, sin más. No creáis, ya una vez me pidieron matrimonio mientras estábamos en ropa de casa, y así las cosas no se hacen, así que me vi obligada a decir que no. Pero esta es otra historia.

El 8 de septiembre se anunciaba que lo dejaba con su novia tras 18 años. ¿Que cómo se llama su novia desde el año 97? ¡Qué importa! Uy, si me pongo a pensar en este año, cuántas cosas podría contar, imaginad que contaba en mis carnes con una tempranísima edad. ¡Ay! (Suspiro) Prosigamos.

Ahora lo que nos interesa es que alguna de las mujeres del planeta puede acostarse con Hamm o con Don "soy-un-fucker-de-la-vida", ¿seré yo, Señor? Preguntaré al Altísimo como si de San Pedro se tratara. 

¿Sabríamos diferenciar a Donald Draper de Jon Hamm? Mucho me temo que no, a quien amamos es al señor de la serie, al personaje que entraña, a las putadas que les hace a todas y todos, pero ¡cómo nos pone! ¿Sí o no? ¡Qué canalla el tío! ¡Qué cuerpo! ¡Qué sensualidad!

La parte positiva es que Draper, que no Hamm (que sepamos), copula con todo tipo de mujeres y de diversas profesiones abriendo una puerta a todas, sin discriminación. Otra duda es si queremos ser la esposa o la amante de Don. Amigas, no os escondáis, lo tenemos clarísimo: preferimos ser su querida. Cuando eres manceba y no oficial casi no hay peligro de sentir deseos o necesidad de querer salir al jardín de casa a matar pájaros con una escopeta. Todo ventajas.

Vale que se autodestruye, bebe y fuma como si de un yonki adinerado se tratara, que tiene la mente muy oscura y que no está programado para amar, pero, ¿quién le pide esto? Draper es maravilla. Tanto, que me dejaría castigar por su implacable rictus de hombre duro y dominante. Aunque esto es mucho decir, siempre he sido yo de las mandonas y no de las obedientes. Cada vez que encendía un pitillo sentía unos deseos irrefrenables de fumar, igual que cuando en The Good Wife la tía se mete esos copazos de vino o cuando Las Gilmore no paran de tomar café. Ya veis, soy una mujer fácilmente impresionable pero no "traumatizable".

La noticia real es que Jon Hamm se llevaba anoche un Emmy en la categoría de mejor actor dramático por Mad Men (HBO) y lo recogía recordándonos las razones por las nos arrancamos medio pulmón cada vez que suspiramos por él.


En definitiva, nos va la marcha.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Un amor que te cagas

Hoy vengo aquí para hablar de amor. De las dificultades y la vergüenza desmedida que se pasa en muchas situaciones locas que a veces tienen un final... Bueno, a veces feliz y otras veces no.



Los protagonistas de esta historia de LOVE totaaaaal tienen nombres, ficticios, claro, aún quiero que sean mis amigos. Ella es Sara, una chica monísima, romántica y aventurera. Y él, Sergio, con un cuerpo y una sensualidad que maravillarían a cualquier mujer. Comienzan a salir, una cita, otra, otra y otra. Están colados como el buen café. Ella tenía un viaje preparado desde hacía tiempo y Sergio, cogiendo el toro por los cuernos, comenta con Sara que se va con ella. Y que él es un hombre de los de verdad, de los que te cogen y te doman, de los que valen para el puesto, vaya.

Y como la pasión les ciega, allá que se van, a Kenia. Sí, amigos, una ideaca lo de irte con tu nuevo amor de viaje a un país exótico donde vas a estar la mar de bien, con una higiene máxima, ya sabéis. 

Total. Se van de viaje a los quince días de conocerse. Cosa que tiene un porcentaje por igual de romanticismo y riesgo. ¿Es una buena idea?, os preguntaréis. Paciencia. Entre las muchas actividades que el cachas y la romántica decidieron hacer había un safari. Sí, una expedición donde vas con un coche para ver animales salvajes, exóticos y disfrutando de ellos en su hábitat natural. Una cosa maravillosa en la que no te puedes despistar ni un segundo, si sales de tu vehículo a motor puede que vuelvas a España sin piernas o sin brazos, cosa que no me parece nada apetecible. Desde la empresa organizadora se encargan de meterte el miedo en el cuerpo, te enseñan fotografías de humanos mutilados por el ataque salvaje de un león o un guepardo. Te haces caca encima, vamos, decides inmediatamente que no bajarás del coche bajo ningún concepto.

Preparando el viaje, Sergio y Sara fueron a vacunarse, cosa muy importante, viajeros. Como es habitual les recetan "Malarone", unas pastillas contra la malaria que tienen efectos secundarios incómodos entre los que podríamos destacar la diarrea. Todos lo sabemos. Diarrea, sé que es un término con cero glamour, pero las cosas son como son.

Cogen el avión, se plantan en Kenia en un hotel aceptable y con encanto. Sin grandes dispendios, que tampoco mis amigos son terratenientes. Llegó el día del safari, el Malarone comenzaba a hacer sus efectos. Ella conduciendo, mientras él hacía fotos... Sergio comienza a sentir unos retortijones que casi se arranca la piel a tiras. Salir del coche no podía ser, un baño cercano un deseo imposible. Ella seguía conduciendo, manifestando sus nervios con una risa incontenible e intentando dar una solución a un problema cotidiano a la par que vergonzoso. Sergio, pobre hombre, reprimiendo el dolor abdominal. Se acabó, no hubo final feliz. En su fuero interno pensaba: "¿En serio me va a pasar esto a mí?" Pues sí, le pasó y, además, varias veces. Se cagó vivo, perdonad la franqueza.

Ahora están casados, tienen dos hijos y quieren volver a Kenia, que total, si ahora alguno de ellos se caga tampoco va a pasar nada.